La primera novela de no-ficción, publicada A sangre fria de
Truman Capote, escrita por Rodolfo Walsh, quien además escribió otras novelas
de este género (¿Quién mató a Rosendo?
y La verdad sobre el caso Satanowsky).
La obra está conformada por: declaraciones de victimas; investigaciones periodísticas,
de abogados; recortes de diario; y demás artículos recopilados por el mismo
escritor y compaginado de esta manera la novela de no-ficción.
eve años antes
que la afamada
El contexto histórico se sitúa en el 9 de junio de 1956, comienzo de la proscripción peronista, la violencia de Estado,
cuando los generales Tanco y Valle se sublevaron contra el gobierno de facto de
la “Revolución Libertadora”[ii], liderada por Pedro Eugenio Aramburu, queriendo
hacer un contra-golpe en pro de Perón (en el que fracasaron).
La acción es
llevada adelante por aproximadamente catorce hombres que, al reunirse en un
departamento en Varela, son detenidos, sin poner resistencia, a las 23 como
presuntos revolucionarios por la Policía de la provincia de Buenos Aires. De
los apresados, sólo dos sabían de la revolución y pensaban actuar, otros dos, sólo estaban enterados y los restantes lo desconocían y estaban allí
para ver una pelea de boxeo.
Poco importó sus inocencias, su destino sería un
fusilamiento ilegal y culpable denunciado por el autor, puesto que la ley
marcial fue anunciada la madrugada del 10 de junio por la Radio Nacional[iii],
o sea que no los afectaba en el momento de haber sido detenidos. Está ley no
era retroactiva, pero al Jefe de policía de la provincia de Buenos Aires,
Fernández Suárez, no le interesó y los mandó a fusilar. La masacre fue llevada
a cabo en un descampado en José León Suárez, por la noche, desorganizada
apropósito, donde no todos murieron. Algunos escaparon de su fatal destino.
Seis meses después, le cuentan a Walsh una de literatura
fantástica, un impresionante oxímoron: hay un fusilado vivo.
En los meses siguientes encuentra a más de uno, en total:
siete sobrevivientes (Julio Troxler -jefe de Policía de la provincia de Buenos
Aires, 1973, en el gobierno peronista de Victorio Calabró, actor de “Los hijos
de Fierro” de Pino Solanas; y asesinado en 1974 por la “Triple A”-, Benavídez,
Gavino, di Chiano, Torres, Guinta y Livraga).
Walsh, contactándolos, reconstruye los hechos y junta,
clandestinamente, la importante evidencia que se convertirá en Operación
Masacre. Con la publicación del libro en 1957, culminó la investigación. En las
posteriores ediciones incorpora nuevos elementos y varía su reflexión final
sobre los hechos. Comienza a ver con otros ojos al sistema que regía en el
país. A pesar de su esfuerzo, los fusilamientos quedaron impunes. Sin embargo,
Operación Masacre logra su objetivo histórico: pulveriza la versión oficial de
los hechos, impide que se tape la verdad y ofrece un incalculable ejemplo.
Desmentidas, réplicas, apéndices y corolarios se extendieron hasta abril de
1958 y la obra tal y como llega hoy a nuestras manos le llevó cerca de quince
años de trabajo, puesto que en 1972 hizo la última corrección, que sería la
cuarta edición del libro.
Culmino con unas palabras que Walsh cita en su primer
prólogo (1957), quizás el más ingenuo comparándolo con el último que tiene una
clara y marcada ideología (que apreciarán en la edición de Ediciones de la
Flor): “Escribí este libro para que fuese publicado, para que actuara, no para
que se incorporase al vasto número de las ensoñaciones de ideólogos. Investigué
y relaté estos hechos tremendos para darlos a conocer en la forma más amplia,
para que inspiren espanto, para que no puedan jamás volver a repetirse.
Quienquiera me ayude a difundirlos y divulgarlos, es para mí un aliado a quien
no interrogo por su idea política.”
Así habla Rodolfo:
“Como periodista, no me interesa demasiado la política. Para
mí fue una elección forzosa, aunque no me arrepiento de ella.”
“Sé perfectamente (…) que bajo el peronismo no habría podido
publicar un libro como éste (…) La mayoría de los periodistas y escritores
llegamos, en la última década, a considerar al peronismo como un enemigo
personal. (…) Pero, algo tendríamos que haber advertido: no se puede vencer a
un enemigo sin antes comprenderlo.”
“(…) esta obra no persigue un objetivo político ni mucho
menos pretende avivar odios completamente estériles. Persigue un objetivo
social: el aniquilamiento a corto o largo plazo de los asesinos impunes, de los
torturadores, de los “técnicos” de la picana que permanecen a pesar de los
cambios de gobierno, del hampa armada y uniformada.”
“Dentro del sistema, no hay justicia”
“Sólo un débil mental puede no desear la paz
Pero la paz no es aceptable a cualquier precio.”
“Lo que el señor juez pudo explicar y no explicó: “(…)Pudo
explicar que la actitud del terrorista de abajo que aplica una bomba, es la
respuesta al terrorismo de arriba que aplica la picana. Pudo explicar que la
bomba que mata a un inocente no se diferencia gran cosa de la descarga del pelotón
que mata a otro inocente. Y que, si cabe establecer algún matiz diferencial, es
a favor del terrorista de abajo, que por lo menos no cuenta con la impunidad
asegurada, no cree estar defendiendo la democracia, la libertad y la justicia,
y no organiza conferencia de prensa.”
Info extra:
Películas basadas en el texto:
“Operación Masacre” (1973): se filmó en 1972, fue dirigida
por Jorge Cedrón y entre los guionistas figura Walsh. Se destaca la actuación
de Julio Troxler, sobreviviente de la masacre.
“Los fusiladitos” (documental) (2004): documental de Cecilia
Miljiker; con Malena Solda y la participación de Carlos Portaluppi. Producido
con el apoyo de la Universidad del Cine, Argentina.
Dejo una foto de Livraga con Mariotto del 2012 como aguantó el muchacho..
[ii] Golpe hecho al
gobierno de Perón en 1955, festejado por varios intelectuales -artistas,
científicos, doctores, etc.-, en los que subrayo a Walsh, que luego se
arrepentirá diciendo: “(…) no soy peronista, no lo he sido ni tengo la
intención de serlo. Si lo fuese, lo diría (…) Tampoco soy un partidario de la
revolución que- como tantos—creí libertadora.”). Esta decidia contra el
peronismo era básicamente por la gran censura que había en la época, pero,
lastimosamente, lo que siguió fue peor y varios debieron que auto-exiliarse.
[iii] Walsh utiliza el Libro de Locutores de la radio como
evidencia documentada.
No comments:
Post a Comment