Sunday, August 24, 2014

Los ángeles existen y están entre nosotros


En esta entrega se repitirá director porque realmente vale la pena recomendarles otra película que nos regala el genial Luc Besson, una verdadera joya llamada: Angel-A (Angel-A, 2005). Un film que siempre me llamó la atención, por su estética, en blanco y negro, que le otorga una mixtura con el mundo del comic.

Por otro lado, París es homenajeada y protagonista, se recorren los sitios más importantes de la ciudad con excelentes tomas e imágenes, cabe destacar que la atmósfera que genera el blanco y negro se genera una visión novedosa (y hasta si requiere melancólica). También repito a un actor: Jamel Bebbouze, el verdulero de Amélie, que aquí hace el papel protagónico de André y como de costumbre en los films de Luc Besson la mujer, Ángela (Rie Rasmussen), es la que tiene el rol de salvadora, de ángel.

 Al plantear una trama lineal simple, sin retorcijones, nos encontramos con una película conmovedora,  dulce, amena y  atrapante. Besson no trata de sumergirnos en telarañas de mensajes o en diálogos complejos sino en palabras llanas y entendibles que nos llegan a lo más profundo del corazón y nos conmueven.

Una pasadita por la trama con pequeñas observaciones

El film es una comedia (con un humor ácido) con tintes románticos, de drama y de fantasía que muestra la desastrosa historia de André, un hombre que está hasta el cuello de deudas y totalmente solo en París lo que lo hace tomar la decisión de suicidarse. Pero cuando está por tirarse al río ve a un costado a una mujer, Ángela (muy alta, flaca, rubia y bastante bonita), que le gana de mano y se tira primero. El papel que cumplirá esta muchacha luego de que André le haya salvado la vida es el de arreglarle la de él. A medida que avanza el largometraje nos vamos dando cuenta rápidamente de las intenciones y de hacía dónde apunta, también de las sutiles pistas que da Besson para que no dudemos de que ella es un ángel. No importa mucho la sorpresa en el espectador (desde mi modesto punto de vista, puedo estar diciendo una burrada) sino el mensaje que da que es muy rico.

El lindo mensaje

Como escribí en el párrafo anterior el mensaje que da es muy rico. Desde el comienzo se nos muestra a un ser totalmente devastado por las deudas, la falta de amor propio y de los demás, mentiroso, que no puede generar confianza en nadie y que desesperado por su situación y no tener ayuda decide la dura determinación de suicidarse. Pero -como ya expuse en el argumento- es “salvado” por Ángela quien ha caído del cielo para demostrarle que puede cambiar, que puede ser mejor, que no es un hombre malo sino que le falta algo tan importante como el amor y ella intentará que abrá los ojos y el corazón para que lo acepte y se acepte. Claro que eso no es tan fácil de conseguir señoritos y señoritas, hay una complicación y surge cuando ella le declara que es un ángel, André, obviamente, no le cree, se le ríe en la cara y le pide pruebas, entonces aparece el tema de la fe ¿cómo un ser que no se quiere, que perdió el amor a la vida va a creer que un ángel desea ayudarlo? ¡Justo a él! En sí, es una situación muy límite la que transcurre André para lograr una mirada interior positiva de él, pero podría tomarse esta elección más suavemente como esos momentos en que uno desea que la tierra lo trague por la decepción y la desesperanza en sí.

Para concluir, les recomiendo que miren esta película, bajenla de por ahí y sepan que van a  disfrutar de una hora y pico de ternura y de un mensaje esperanzador de amor propio, humano y angelical.

Sunday, August 17, 2014

La vengadora del bien



El nuevo post que ha arribado es sobre el film: Amélie (Le Flabeux destin d’ Amélie Poulain, 2001) de Jean-Pierre Jeunet. El punto de partida para encarar el comentario de una película tan rica será el de la pintura de Renoir que  recorre el film (y encabeza el post): El almuerzo de los remeros

Como sabrán los que disfrutaron de la película, y para los que no lo hicieron se enteren, esta obra tiene un papel estructural puesto que un magnífico personaje, Raymond Dufayel (Serge Merlin), una especie de Dios-psicólogo (locura e invención propia que desarrollaré más adelante), año tras año dibuja el cuadro para descifrar la expresión de la mujer con el vaso, en el medio del grupo pero, a la vez, fuera de este. Una interpretación interesante del cuadro es que, si bien todos esos personajes parecen estar pasándola muy bien en ese club naútico, en sí, ningún interactúa con el otro. Se puede observar que todos están dispersos, fuera de la situación, simulando conversar, y, aunque sus miradas lleven de personaje a personaje, se puede apreciar, claramente, el individualismo, la soledad y la falta de comunicación del ya fortalecido mundo burgués de fines del siglo XIX. 

En fin, ese análisis pictórico sirve para relacionarlo con el título del post, porque Amélie (Autrey Tautou), luego de una situación azarosa desencadenada a partir de la noticia de la muerte de la princesa Diana, rompe su ensimismamiento, sale de su soledad burguesa y sin sentido para ayudar a la gente que la rodea (su padre, sus amigas y empleados del restaurante donde trabaja, sus vecinos y un extraño muchacho del subte que le roba el corazón) y cambiarles o mejorar sus vidas.

Amélie es una muchacha con una infancia rara y padres muy especiales. Por un lado, su madre es una maestra dura y algo neurótica que fallece patéticamente en compañía de ella cuando niña; por otro, su padre es un médico inexpresivo, tedioso, que no comprende que su hija no sufre ninguna enfermedad privándola de ir al colegio y socializar normalmente. Este hecho la lleva a transitar una infancia de juegos solitarios y amigos imaginarios. Al crecer, trabaja de camarera en el Dos molinos, vive sola, con sus “pequeños placeres”: meter la mano en los sacos de granos, meter la cuchara en una creme brulée y lanzar piedras en el canal Saint Martin. Todo esto es narrado por una voz en off en pocos minutos de una forma espectacular que resume la vida de Amélie ab initio hasta centrarnos en el punto en que la historia comenzará a transcurrir por si sola hasta su desenlace.

Como escribí antes, la vida de Amélie cambia radicalmente al oír la noticia de que Lady Di falleció, eso produce que se le caiga la tapa de su perfume y golpeé contra un zócalo flojo de su baño que se desprende de la pared donde encuentra una cajita de lata con recuerdos de un niño que vivió en su departamento. Entonces, comienza a indagar entre sus vecinos quién habita ese lugar. Así conoce a Madeline Wallace (Yolanda Moseau), una mujer que vive para llorar, encerrada en el pasado de un esposo infiel y aferrada al recuerdo de las cartas que le escribía desde el ejército; también conoce a Raymond Dufayel, el dibujante, quien le da la posta de la persona que busca. Al final, devuelve –anónimamente- la lata a su dueño y al ver lo que produjo comienza a tomar el rol de heroína secreta, de vengadora del bien, se pone el disfraz del Zorro para seguir su legado.

Retomo el cuadro de Renoir y a Raymond Dufayel que es un hombre que vive encerrado (por una enfermedad de huesos de cristal) y solo, dibujando, una y otra vez, el cuadro de El almuerzo de los remeros entablando una relación similar a la de un Dios-psicólogo para Amélie ¿Qué avala esta locura? Que este hombre sabe todo de todos, los observa desde su filmadora, es un ser omnisciente, que guía y alienta a Amélie para que consiga su felicidad y salga de su soledad, pero la única que tiene el poder para hacerlo es ella. Lo de psicólogo lo fundamento (en parte para que los ateos y científicos se sientan más contentos) con el deslizamiento que hace de Amélie a la muchacha del vaso, en charlas intercaladas él sacará la personalidad del personaje y a la vez la analizará a ella en su relación con la vida. Hay homologación entre los dos aspectos por eso uno las palabras. Una de las conversaciones que más me gustan es:

Raymond: – ¿Quieres decir que prefiere imaginarse a sí misma relacionándose con alguien ausente que formar relaciones con los que la rodeen?
Amélie: – No, quizás intente arreglar los líos de vidas ajenas
Raymond: – ¿Y ella qué? ¿Y sus propios líos? ¿Quién los arreglará?
Amélie: – Es mejor ayudar al prójimo que a un gnomo de jardín.

Otra característica brillante es la representación de París y los personajes de la ciudad. Aquí cada uno difiere y se complementa con el otro, aunque al principio se los muestra totalmente individualizados (analogía con el cuadro). Pero nada está librado al azar, todo lleva a una perfecta conexión  que Amélie pasara a ligar a través de su recorrido y los conflictos entre ellos que serán arreglados (o por lo menos eso intenta) por nuestra bonita y pura heroína. Paso a describirle sucintamente los conflictos en los que Amélie pone su magia para solucionarlos que se puede pensar como esa enigmática mujer tomando su vaso de agua que solo intenta entrar a estos seres con el amor:

Collignon (Urbain Cancelier) y Lucien (Janel Debbouze): El primero es el dueño de la verdulería del barrio y el segundo, Lucien, el empleado, un muchacho muy especial que hace con gran amor su trabajo, pero es maltratado por su jefe por la lentitud que tiene (la vengadora se encargará de esa injusticia).

En el Dos Molinos: aquí hay varios personajes, por un lado Hipólito (Artus Penguen) un escritor fracasado; Gina (Clotilde Mollet) que es acosada por su expareja, Joseph (Dominique Pinon) que no se va del café y le graba las conversaciones con otros hombres y se las pasa al instante tratándola de pérfida, de mujer fácil y esas cosas feas en las que no se debe tratar a ninguna mujer; por último, está Georgette (Isabelle Nanty), una mujer que vive quejándose de todo en su pequeño puestito de tabaco y billetes de lotería.

Nino Quincampoix (Mathiu Kassovitz): el amor de Amélie, un muchacho que conoce en el tren, que se pasa su tiempo buscando a un personaje misterioso que se saca fotos en las máquinas de fotos-carnet instantáneas y las rompe, lo que le da un tono de triller al film. Además, en una persecución de Nino por su presa se le cae un libro con una colección de ese tipo de fotos que termina en manos de Amélie y lo que genera la unión de estos especiales personajes.

Su padre: Luego de la muerte de su esposa se convirtió en un hombre más cerrado de lo que era, no quiere realizar ninguno de los viajes que tenía planeados con su mujer y no sale de su casa, lo único que hace es cuidar un altar, con un enano a la cabeza (parte de la solución, por favor, no pueden perderse toda esta pequeña historia que se genera a partir del gnomo). 

Sunday, August 10, 2014

¡Tú tendrás estrellas que saben reír!

En este Día del niño voy a comentar una obra mágica y que –casi- seguro muchos leyeron en su infancia: El Principito de Antoine de Saint-Exupéry. Les pudo haber gustado o no, pero quién no oyó o usó la frase: “Lo esencial es invisible a los ojos” para referirse a alguien bueno/a que no es correspondido por la chica/o que le gusta por no ser físicamente hermoso/a o cuando alguien hace un trabajo gigante por todos y no se lo reconoce. Sin duda es una cita muy utilizada y, hasta quizás, por gente que la escuchó y la repite sin saber su procedencia.

Sin embargo, en esta entrega voy a ir más allá de esa frase y de la obra en sí, puesto que el texto de Exupéry, no se dirige sólo a los niños (aunque la gran mayoría lo haya leído en esa etapa de su vida, como pasa con los Viajes de Gulliver, principalmente el primer viaje), sino que contiene un fuerte llamado al hermoso niño interior de cada adulto que no dejan salir agobiados por las presiones laborales, los deseos materiales, los conflictos familiares o económicos o las ambiciones de poder que toman del mundo en que están inmersos, ese que le es tan raro al Principito: el de los adultos. 

El escritor, poniendo a este personaje como eje, destaca que todos tenemos algo de él dentro de nosotros, que hay que hacer un esfuerzo para despertarlo y ver el exterior más relajados para apreciar el interior. Otro punto interesante es mostrar esa magia de los niños que no dudan en hacer cualquier sacrificio por sus amigos, ni se niegan a ser felices, pues se entregan con inocencia y alegría ante las oportunidades sin pedir nada a cambio. En conclusión, el Principito es lo escondido que sale del hombre mecanizado que se da cuenta de que el capitalismo puede estar bien para temas económicos, pero que ese afán de tener y tener lo convierte en un ser infeliz e insatisfecho que no valora al cien por cien la amistad ni disfruta de sus sentimientos con la gente que lo rodea.

Por otro lado, también trata la soledad en que se encuentra el hombre a causa de su vida agitada y de sus ansias de tener cosas y amigos a los que valora poco, en vez de buscar la felicidad, de disfrutar de los verdaderos amigos y del amor. Porque la Felicidad no está, para mí, en tener un televisor plasma o el último modelo de un celular, o un montón de “amigos”, o una mujer a la que no se ama pero nos permite no sentirnos solos, o riquezas o los elogios de los demás. Eso es admirable en el Principito que vive en un pequeño planeta en donde sólo tiene dos volcanes, uno apagado y otro en plena vida y la luz del Sol que a cada puesta lo hace ser feliz, con tan poco…

¿Cuándo aparece el Principito? Luego de un rápido vistazo de la vida del protagonista, un aviador, que narra desde su infancia (donde aparece el dibujo de la boa con el elefante dentro que los adultos, carentes de imaginación, le contestan que es un sombrero) hasta su accidentada llegada al Sahara (se queda varado en medio del desierto solito y solo). Pasada la primera noche durmiendo en la arena, se despierta y ve al Principito, que le pide que le dibuje un cordero. El protagonista como lo único que sabe hacer son elefantes dentro de boas, le hace eso. El niño se asusta y le reprocha que la boa es muy peligrosa y que el elefante muy grande para su planeta (agrega que donde vive todo es pequeño). Entonces, le dibuja tres corderos, pero ninguno le gusta, así termina dibujándole una caja en donde esta guardado el cordero que él quisiera (una onda: ¡no rompas más, ahí tenés!).

De allí en adelante, cambia el narrador y todo es manejado por el mágico Principito quien cuenta: la historia de su planeta; de los baobabs (árboles que extirpa para que no destruyan su planeta); de la rosa que cuida, como huye de ella y que a pesar de su pedantería le pide al piloto que le haga un bozal al cordero para que no se la coma y así protegerla; de sus viajes por los distintos planetas/estrellas en busca de un amigo y la descripción de los siguientes habitantes: un rey que no tiene poder sobre nadie; un vanidoso que se cree hermoso, rico e inteligente pero nadie lo admira; un bebedor que quiere olvidar la vergüenza que le da beber; un hombre de negocios muy trabajador que no toma en cuenta a las personas que lo rodean y sin tiempo para divertirse; un farolero al cual los días le duran un minuto y que lo único que hace es prender el farol que lo acompaña; y un geógrafo que conoce todo el universo, menos su propia tierra porque no sale de su escritorio; y por último, su amistad con el zorro, momento sublime de la obra.

Así cierro el “análisis” de este libro, repleto de ternura, que constituye un llamado a examinar y ajustar nuestra conducta a la luz de los valores afectivos de permanente y universal vigencia. En un mundo en que convive el progreso científico y tecnológico con una sociedad desvelada por las apariencias más que por las esencias, esta obra invita a la proyección, y a no quedarse con la superficie de tener cosas por tener, sino disfrutarlas y quererlas. Como aclara el protagonista: “los ojos están ciegos. Es necesario buscar con el corazón”.

Frases sobre los adultos (primero la secuencia y el creccendo del punto de vista del Principito, según los personajes que va conociendo, de aquéllos):

“Las personas mayores son muy extrañas.” (Luego de la visita al rey).
“Las personas mayores son decididamente muy extrañas.” (Después de visitar al vanidoso).
“Las personas mayores son decididamente muy pero muy extrañas.” (Luego de ver al bebedor)
“Decididamente, las personas mayores son enteramente extraordinarias.” (Después de ver al hombre de negocios).
“Los hombres se encierran en los trenes expresos, pero no saben que buscan. Entonces se agitan y dan vueltas…”
“Sólo se conocen las cosas que se domestican. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes que vendan amigos, los hombres ya no tienen amigos”
“Sólo los niños saben que buscan.”
Frases sobre la amistad:
“Hubiese sido mejor venir a la misma hora – dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón… Los ritos son necesarios.”
“Crear lazos. -explicó el zorro- Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo…”
Frases varias y chulas:
“Es tan misterioso el país de las lágrimas…”
“He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.”
“Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás.”
“La autoridad reposa, en primer término, sobre la razón.”
“Lo que embellece al desierto –dice el Principito- es que esconde un pozo en alguna parte”.
“Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!”
“El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.”

“Eres responsable para siempre de aquello que has domesticado. Eres responsable de tu rosa…”

Sunday, August 3, 2014

Muñequita fatal entrenada por asesino profesional

Tengo el honor de presentarles un film de acción genial, brillante, emocionante, espectacular, dinámico, sangriento, lleno de asesinatos y tierno (sí, tierno, no me estoy equivocado de adjetivo aunque choque con todos los demás), León: el perfecto asesino (Léon, 1994). Gracias a la dirección y el guión del francés Luc Besson y las actuaciones protagónicas de Jean Reno (Léon), Natalie Portman (Mathilda) y Gary Oldman (Stansfield) tenemos la suerte de disfrutar de una verdadera perla para este género.

De que va la trama

Al comienzo, se muestra a un asesino a sueldo (Léon) en acción, trabajando limpia, fría y calculadamente. Aquello los puede hacer pensar que es un ser sádico y despreciable, pero no, borren esa imagen de su cabeza porque Léon es tierno, cuida con pasión su planta (con la cual se siente identificado), le encanta la leche (como a todo niño), hace gimnasia, va al cine a ver disfrutar de “Cantando bajo la lluvia” (que la disfruta con gran inocencia) y duerme sentado (hasta que descubra el placer de la cama). Sólo tiene en contra ser un hombre solitario y -al parecer- carente de sentimientos, pero para remediar eso aparece su vecinita, la pobre Mathilda, una niña de 12 años que tiene una familia no muy normal, entre los cuales al único que quiere es su hermanito de 4 años. Resulta que un día el padre de la niña engaña, en un negocio de drogas, a Stansfield -un inspector de Antinarcóticos neurótico y corrupto- lo que hace que éste se “enoje” y lo mate a él y a toda la familia, mientras la pequeña está de compras (propias y para su buen Léon). Al regresar Mathilda al departamento y encontrarse con tremendo panorama va derechito para la puerta de su vecino y Léon la salva de que sea otra víctima de la venganza de Stansfield. De allí en adelante la trama se empieza a desarrollar a un ritmo, un poco más tranquilo, para contarnos la relación de dos seres que necesitan un poco de amor. Mathilda le pedirá dos favores: que vengue a su hermanito y que le enseñe a ser una “limpiadora” como él. A regañadientes, Léon acepta lo segundo y niega lo primero, entonces comienza a entrenarla y a cambio ella limpia todo, le enseña a mejorar su la lectura, lo hace jugar a “adivina quién soy (con estrellas de Hollywood)” y a redescubrir el amor y los sentimientos perdidos. Finalmente, se va entablar una relación de amor que no puede concretarse (por edades, lógicamente, y por el peso del pasado sobre el protagonista) que hará que nuestro asesino tome decisiones que cambiaran todo aún más.

Para finalizar, el comentario

Me queda por agregar que los papeles están totalmente acordes con los protagonistas, espectaculares actuaciones, Gary Oldman un genio total. También se puede apreciar el debut de una muy buena actriz que ya ha estado en el blog (ver “Myblueberry Nights” y "V de Vendetta" ) como Natalie Portman
que representa a una niña terrible que es capaz de cualquier maldad, que sufre tanto que la larga y gran carcajada en el restaurante genera una ruptura totalmente genial. Una película violenta, inteligente y a pesar de eso con varios momentos de ternura para apreciar. HIPER RECOMENDABLE para aquellos que no la hayan visto y para volver a ver y volver a ver y volver a ver. Además, hay que destacar una muy buena banda sonora y unos excelentes asesinatos.

Frases para aprender a ser un buen asesino y consejos interesantes de quienes vienen:
“El rifle es lo primero que aprendes a usar porque es lo que te permite estar más lejos del cliente, mientras más práctica más cerca. La última arma es el cuchillo.”
“Nunca (dispares) en la cara, si no pueden reconocer al cliente no te pagan. Podrías matar a cualquiera y decir que hiciste el trabajo.”.
“La venganza no es buena cuando se hace”.
“El cigarrillo mata” (Sí, lo dice Léon que sabe de esas cosas).
“Nada es igual después de que matas a alguien. Tu vida cambia para siempre. Tienes que dormir con un ojo abierto por el resto de tu vida.”.”
“Cuando empiezas a tenerle miedo a la muerte es cuando aprendes a apreciar la vida.” (Gran enseñanza de Gary).
Saludos, hasta el próximo post.

P.D 2: Prestenle atención al “truco del aro” que hace Léon, es un verdadero mago.